Vídeo: Laura Cabrera fue del teatro a la cabina

Vídeo: Laura Cabrera fue del teatro a la cabina

A Laura Virginia Cabrera le cambió la vida cuando comenzó a hacer las voces de los comerciales que escuchamos en radio y, en muchas ocasiones, vemos en televisión.

Original de Guaynabo empezó su travesía como locutora y gestora de voces comerciales “hace uno cuantos añitos”.

La también productora de publicidad independiente compartió con The Media Scoop cómo ha sido trabajar como actriz de voces.

¿Desde cuándo surge tu interés por ser actriz de voz?

Yo no recuerdo bien el orden. Yo sé que empecé como actriz y estaba en un grupo de teatro. En ese momento mucha gente me vio y querían que les hiciera personajes parecidos a los que habían visto y entonces empecé a grabar y también a la misma vez a trabajar en producción. Así que paré de grabar, me fui a la producción y detuve la locución hasta que decidí renunciar a producción y me fui freelance. Mi mundo cambió cuando me convertí en ‘full time’ locutora. Para esa época había mucho más trabajo. Podía tener hasta cuatro grabaciones en un día y al otro día tenía tres y al otro día tenía dos. Había mucho, mucho trabajo.

¿Cuáles fueron tus primeras experiencias?

Fue un anuncio de Coppertone en el Viejo San Juan. Yo me quería morir. Me enviaron el ‘copy’ de antemano, cosa que casi nunca hacen, y yo lo repasé y lo repasé y lo actué y lo reactué. Llegué bien nerviosa ‘anyways’.

¿En cuál categoría de comerciales te destacas más?

Yo leí en un artículo una vez que decía que tenía sentido que la voz de los anuncios fuera de una mujer porque en la casa quienes compran todo son ellas. Yo hago cosas como Plaza Las Américas, belleza, champús. Hago cosas para L’Oréal, Garnier, pero sí tienden a ser cosas más dirigidas a la mujer. Nunca me van a poner a hacer Pep Boys (risas).

¿Cuáles consideras son los elementos necesarios para grabar un ‘voice over’ comercial?

Disponibilidad para aceptar dirección. No frustrarte. Si te dicen ‘quiero que lo hagas de tal manera’, decir ‘como no’ y poder interpretarlo de esa manera y llevarlo acabo. O sea, si te piden hacerlo con más fuerza, no lo puedes volver a tirar lineal porque no estás haciendo el trabajo. Tienes que hacer lo que te están pidiendo, cambiar.

¿Cómo es la dinámica con la persona que te da las directrices?

Me gusta que me dirijan. Encuentro que te salen cosas nuevas. La primera vez será como te salga o   veces te dicen ‘el último hazlo como tú lo harías’. Pero me gusta que me vayan diciendo. A veces cogen la cabeza de uno y el final de otro y hacen lo que llamamos un ‘Frankenstein’. Me encanta que me dirijan.

¿Cómo es un día normal en tu vida?

Dependiendo del momento. Si hay mucho trabajo, me despertaba, iba a grabar a las 10 y tenía cuatro cosas en el día. A veces, no tienes muchas cosas y vas a la playa y después a grabar. Todo depende del volumen. Ahora mismo, como estoy produciendo tanto, si no estoy como locutora, estoy en la cabina como productora.